sábado, 27 de agosto de 2011
Fotografía de Ignacio Blanco, Mendoza, 26 de agosto de 2010 “Augusto Alonso, 15 años, el jugador más joven del seleccionado argentino en el Mundial de Fútbol de Amputados”.
Augusto Alonso tenía 15 años cuando el fotógrafo mendocino Ignacio Blanco gatilló su cámara y creó esta fotografía. Simple y ecléctica a la vez, atrapa al visitante que se enfrenta a ella y le “cuenta” con crudeza el porqué integra el sector de la muestra que relata los hechos deportivos más significativos del año 2010 junto a las imágenes de Maradona, de las leonas, y del basquetbolista paraolímpico Gustavo “Mono” Villafañe.
El título, que indica que es el jugador más joven del seleccionado argentino de Fútbol de Amputados, direcciona la mirada hacia la sombra que se proyecta en el piso de la foto y permite experimentar un conjunto de sensaciones que van desde el desconcierto hasta la admiración. No entender el lenguaje simple, lleno de vida y esperanzas con el que comunica Blanco en esta fotografía puede generar una vergüenza íntima en el interlocutor desprevenido.
Si empujado por la curiosidad, se investiga un poco más sobre el personaje retratado, se podrá conocer que Augusto, el año pasado, además, representó a nuestro país en los Juegos Paraolímpicos Especiales, en la disciplina esquí alpino, que se realizaron en la ciudad canadiense de Vancouver y que a la par de sus estudios, esta entrenándose para los Juegos Paralímpicos de Invierno que se desarrollarán en 2014 en la ciudad de Sochi, Rusia.
martes, 16 de agosto de 2011
Utopías en una tarde de Agosto
Quiero decir que lo que ha pasado este fin de semana ha sido lo mejor para nuestra Argentina, porque lo decidió el pueblo.
Hoy estamos divididos 50 y 50. Y, a pesar de lo feo que suena, tenemos la oportunidad histórica de utilizarlo para nuestro provecho.
Una mitad del pueblo NO quiere que Kristina deje la Presidencia y una parte de esa mitad NO CONFÍA EN UNA OPOSICIÓN ESCUÁLIDA Y DIVIDIDA POR LOS PERSONALISMOS. Esta mitad es la mayoría y manda...
La otra mitad, votó por candidatos a quienes lo único que les interesa es mantenerse en la grilla de opositores, es una deformación del "si no puedes vencerlos úneteles", pero no dejes de cobrar tu parte...
Los "de a pié", sin embrago, vemos que los partidos de la oposición tienen como gran desafío TRABAJAR EN EQUIPO PARA CONSTRUIR PROPUESTAS PARLAMENTARIAS y seducir a la población con actos, propuestas y discursos CREÍBLES Y NO CONFRONTATIVOS, a fin de que el poder Kristinista encuentre una contraparte "seria", "decente" y "positiva" en las Cámaras de Diputados y Senadores que trabaje para todos y que, a su vez, impida que el Congreso sea transformado en la Escribanía del grupo gobernante. Ese equilibrio es esperanzador y maximizador de la política... Tal vez suene utópico y hasta ingenuo pensar que tantos personalismos e intereses se puedan dejar de lado... pero si no soñamos un poquito... ¿que nos queda?
Hoy estamos divididos 50 y 50. Y, a pesar de lo feo que suena, tenemos la oportunidad histórica de utilizarlo para nuestro provecho.
Una mitad del pueblo NO quiere que Kristina deje la Presidencia y una parte de esa mitad NO CONFÍA EN UNA OPOSICIÓN ESCUÁLIDA Y DIVIDIDA POR LOS PERSONALISMOS. Esta mitad es la mayoría y manda...
La otra mitad, votó por candidatos a quienes lo único que les interesa es mantenerse en la grilla de opositores, es una deformación del "si no puedes vencerlos úneteles", pero no dejes de cobrar tu parte...
Los "de a pié", sin embrago, vemos que los partidos de la oposición tienen como gran desafío TRABAJAR EN EQUIPO PARA CONSTRUIR PROPUESTAS PARLAMENTARIAS y seducir a la población con actos, propuestas y discursos CREÍBLES Y NO CONFRONTATIVOS, a fin de que el poder Kristinista encuentre una contraparte "seria", "decente" y "positiva" en las Cámaras de Diputados y Senadores que trabaje para todos y que, a su vez, impida que el Congreso sea transformado en la Escribanía del grupo gobernante. Ese equilibrio es esperanzador y maximizador de la política... Tal vez suene utópico y hasta ingenuo pensar que tantos personalismos e intereses se puedan dejar de lado... pero si no soñamos un poquito... ¿que nos queda?
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