Las nubes de color gris plomo copan el cielo nocturno de Buenos Aires. Desde siempre, las personas han asociado a la luz con la vida y a la oscuridad de la noche con la muerte, por eso los hombres han inventado artefactos que iluminan. Podemos descubrir que durante la noche hay vida, pero, a veces, muy diferente de la que estamos preparados para ver.
Ha dejado de llover, no obstante, el adoquinado del barrio de San Telmo permanece húmedo aún; también el solado de la plaza Dorrego y sus veredas, como la que limita al sur con la calle Humberto Primo, que no es la excepción. De ese lado y sobre la esquina que da al pasaje Aieta gran parte de la plaza y de la acera se transforma en un patio cubierto, debido a un ombú que moldea caprichosamente un toldo natural con sus ramas.
Sobre la acera está parada “Gaby”, quien aburrida, mira su reloj y ve al número diez cubierto por las dos agujas. “La noche está muy pesada”, se queja en voz alta, como si alguien le hubiera preguntado en ese momento ¿Qué te pasa? Es una piba con más de veinte abriles vividos. Tiene bordado en color azul eléctrico sobre el escote de una blusa blanca, su nombre, y dos palabras más arriba de él: “Todo Mundo”, que es el bar para el cual trabaja. Ella, atiende las mesas que el encargado del local hizo desplegar debajo del gigante y frondoso árbol. Solo cinco comensales, que tal vez sean alemanes o ingleses, están consumiendo y charlando en voz baja. Alrededor de ellos, algunas personas hacen las cosas que la mayoría de la gente normal hace en una plaza por la noche. Ya no quedan chicos jugando; es lunes, y mañana tienen que ir a la escuela.
Sonidos de tango, blues y rock surgen desde los bares y restaurantes que rodean el predio de cemento y flotan en la atmósfera bohemia del lugar.
Los pocos autos estacionados sobre Humberto Primo están mojados y cubiertos de hojas. Idéntico camuflaje tiene una gran cantidad de bolsas blancas, negras y de otros colores que están en la misma calzada, agrupadas en los frentes de las casas que miran hacia la explanada turística, y a la espera de que “los muchachos del camión” las carguen con destino al basurero municipal.
El vaho que se desprende de los bultos no es fuerte, pero con solo mirarlos, la mente los evoca. La moza de “Todo Mundo”, que sigue parada en el mismo sitio, intenta observar otras cosas más placenteras, pero solo atina a mirar su reloj, otra vez. Ya son las 11 de la noche, faltan dos horas para que termine su trabajo. De repente, se distrae. Observa como dos nenas, de unos diez años, juntan varios grupos de bolsas de residuos y las amontonan sobre la pared de una de las casas. Una viste minifalda de jeans, medias rayadas con varios colores, remera blanca de manga corta, zapatillas celestes. Gaby la ve muy bonita y piensa que, por su tipo, bien podría ser hija de los rubios extranjeros que están cenando en la plaza. A la otra nena, no la ve tan especial como a la rubiecita, pero es muy linda también, su ropa se nota vieja y gastada, tiene una remera negra manga larga, un pantalón jogging color gris, un buzo celeste atado de la cintura, zapatillas blancas, y su pelo es de color castaño.
Las dos nenas al mismo tiempo abren los envoltorios plásticos y como si buscaran dulces, introducen sus manos y revuelven. Buscan cosas al tacto, luego, las juntan en una bolsa, cuyo contenido ya habían tirado previamente al suelo. Revisan muchas bolsas más, hasta quedar adentro de un anillo de plásticos, papeles, mugre y desperdicios. Parece que estuvieran dentro de un “pelotero” pero sin pelotitas… con basura. Un patrullero de la policía pasa por el lugar, pero a sus tres ocupantes no les llama la atención la escena.
Una viejita muy elegante cruza la calle y camina en dirección a las niñas y cuando está llegando hasta ellas les pregunta: “¿Qué están buscando chicas? Ellas mantuvieron la atención en la búsqueda, asimismo, segundos después le respondieron: “Nada, juguetes”. La señora ya estaba parada junto a ellas y las chiquitas sonrieron sin poder disimular sus nervios. Ella hizo otra pregunta, “¿Sus papis donde están?”, e inmediatamente agregó. “Ustedes no pueden buscar juguetes en la basura.” Una mujer desde la esquina de Defensa y Humberto Primo empezó a gritar en ese momento: “Marina, Claudia, vengan acá; insistió un par de veces más. Cada reiteración tenía un tono más severo. Con las manos llenas de objetos sucios, Marina y Claudia, comenzaron a caminar primero y a correr después, en dirección a la mujer desgarbada que las llamaba.
A Marina y Claudia no les importó dejar a la anciana, sin entender lo que estaba sucediendo, apesadumbrada y sola entre el basural. Ella miraba a las criaturas que se dirigían hacia el bajo, junto a la señora que las había llamado desde la esquina. Las perdió de vista. Como si las tres hubieran ingresado en una cuarta dimensión de ciencia ficción, desaparecieron abruptamente entre las sombras de Humberto Primo a la altura de la iglesia Nuestra Señora de Belén, cuya construcción data de 1735. En ese momento la abuela reflexionó: “¿Será que las luces de la noche sirven para que los muertos finjan que están vivos?"
jueves, 5 de noviembre de 2009
lunes, 2 de noviembre de 2009
CAMPANELLA Y PIÑEYRO - DOS CAPOS DEL CINE NACIONAL DAN CÁTEDRA
Los realizadores de “El secreto de sus ojos” y “Las viudas de los Jueves” cuentan sus secretos y técnicas a los estudiantes
Es un luminoso lunes por la tarde, el sol primaveral cae sobre la Ciudad Universitaria. Una brisa apacible llega desde el río y acaricia las edificaciones. El pabellón tres, a pesar de su figura tosca y gris, parece sonreír cuando sus puertas vidriadas son abiertas por los estudiantes. Casi todos ellos son muy jóvenes, ingresan con sus mochilas repletas de fantasía y futuro, cargando en sus brazos carpetas, dibujos y maquetas. Todo es creatividad, imaginación y buena onda. Es la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. Los de la casa la llaman la “FADU”.
La previa en la cafetería de la planta baja termina cuando el reloj marca las 19.30, todos se dirigen al tercer piso, al salón 301. En cinco minutos las 500 butacas están ocupadas y hasta en los pasillos laterales hay chicos que se apoyan contra las paredes, todas prolijamente pintadas de un sereno, armónico y masculino color azul aeronáutico.
Tres botellitas de agua mineral sobre una mesa ubicada arriba de un modesto escenario, una pantalla de proyección mediana y unos aparatos de sonido conforman el único decorado. Un murmullo fuerte y persistente se establece como música ambiental, todo es energía, empieza a sentirse el calor. ¿Todo bien? Todo bien.
Luz, cámara, acción. Son las 19,40, la “clase abierta especial” de la cátedra de diseño audiovisual II y III de la carrera de diseño, imagen y sonido va a comenzar.
La algarabía estudiantil se transforma en aplauso sostenido. Ingresan, como si no quisieran ser reconocidos, los cineastas Juan José Campanella y Marcelo Piñeyro.
El bajo perfil domina a estos “maestros del celuloide nacional”, que vienen a compartir con los estudiantes, algunas de sus experiencias profesionales. Segundos después, ya se percibe que el nivel de abstracción del auditorio es muy alto. El profesor titular Gabriel Arbós, organizador del encuentro, explica que los invitados han seleccionado una escena de sus últimas realizaciones para analizar en la clase.
Campanella: explica los detalles de la secuencia de la cancha de Huracán que pertenece a la película “El secreto de sus ojos”, según dice, porque debido a su complejidad de elaboración, es una escena que llama la atención de los estudiantes. .
Piñeyro: que eligió de su film “Las Viudas de los Jueves” la secuencia del féretro en el cementerio, argumenta que lo hizo porque es la bisagra dramática de la trama, donde uno de los protagonistas evidencia cómo se empieza a destruir su mundo.
Los conceptos sobre los recursos técnicos y actorales que ambos realizadores exponen, son profundizados por los alumnos que formulan más de veinte preguntas. Además, los chicos quieren saber cómo son las relaciones con los escritores; y con los guionistas; y con los actores; y las negociaciones previas con los productores; y cómo negocian con los dueños de los derechos editoriales; y cómo…
Tres horas casi y los directores siguen respondiendo. Sí, son los mismos que, según el cineasta y catedrático Arbós, “Sumados tienen más espectadores que habitantes de la República Argentina”. Sin embargo, el pulso estudiantil los excita, es evidente.
Ya es de noche, la pasión ha capturado a todos los presentes. Casi sin quererlo, alguien apaga algunas luces para avisar que es hora de terminar. Llegan las despedidas, las felicitaciones, los aplausos. Las sonrisas, instaladas en casi todos los rostros, irradian satisfacción. En armonía todos abandonan el edificio. Afuera ya es noche, la brisa placentera proveniente del río todavía está presente, y arrulla a la mole de cemento. Sus puertas se cierran, hoy, ya no sonreirá más.
Es un luminoso lunes por la tarde, el sol primaveral cae sobre la Ciudad Universitaria. Una brisa apacible llega desde el río y acaricia las edificaciones. El pabellón tres, a pesar de su figura tosca y gris, parece sonreír cuando sus puertas vidriadas son abiertas por los estudiantes. Casi todos ellos son muy jóvenes, ingresan con sus mochilas repletas de fantasía y futuro, cargando en sus brazos carpetas, dibujos y maquetas. Todo es creatividad, imaginación y buena onda. Es la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. Los de la casa la llaman la “FADU”.
La previa en la cafetería de la planta baja termina cuando el reloj marca las 19.30, todos se dirigen al tercer piso, al salón 301. En cinco minutos las 500 butacas están ocupadas y hasta en los pasillos laterales hay chicos que se apoyan contra las paredes, todas prolijamente pintadas de un sereno, armónico y masculino color azul aeronáutico.
Tres botellitas de agua mineral sobre una mesa ubicada arriba de un modesto escenario, una pantalla de proyección mediana y unos aparatos de sonido conforman el único decorado. Un murmullo fuerte y persistente se establece como música ambiental, todo es energía, empieza a sentirse el calor. ¿Todo bien? Todo bien.
Luz, cámara, acción. Son las 19,40, la “clase abierta especial” de la cátedra de diseño audiovisual II y III de la carrera de diseño, imagen y sonido va a comenzar.
La algarabía estudiantil se transforma en aplauso sostenido. Ingresan, como si no quisieran ser reconocidos, los cineastas Juan José Campanella y Marcelo Piñeyro.
El bajo perfil domina a estos “maestros del celuloide nacional”, que vienen a compartir con los estudiantes, algunas de sus experiencias profesionales. Segundos después, ya se percibe que el nivel de abstracción del auditorio es muy alto. El profesor titular Gabriel Arbós, organizador del encuentro, explica que los invitados han seleccionado una escena de sus últimas realizaciones para analizar en la clase.
Campanella: explica los detalles de la secuencia de la cancha de Huracán que pertenece a la película “El secreto de sus ojos”, según dice, porque debido a su complejidad de elaboración, es una escena que llama la atención de los estudiantes. .
Piñeyro: que eligió de su film “Las Viudas de los Jueves” la secuencia del féretro en el cementerio, argumenta que lo hizo porque es la bisagra dramática de la trama, donde uno de los protagonistas evidencia cómo se empieza a destruir su mundo.
Los conceptos sobre los recursos técnicos y actorales que ambos realizadores exponen, son profundizados por los alumnos que formulan más de veinte preguntas. Además, los chicos quieren saber cómo son las relaciones con los escritores; y con los guionistas; y con los actores; y las negociaciones previas con los productores; y cómo negocian con los dueños de los derechos editoriales; y cómo…
Tres horas casi y los directores siguen respondiendo. Sí, son los mismos que, según el cineasta y catedrático Arbós, “Sumados tienen más espectadores que habitantes de la República Argentina”. Sin embargo, el pulso estudiantil los excita, es evidente.
Ya es de noche, la pasión ha capturado a todos los presentes. Casi sin quererlo, alguien apaga algunas luces para avisar que es hora de terminar. Llegan las despedidas, las felicitaciones, los aplausos. Las sonrisas, instaladas en casi todos los rostros, irradian satisfacción. En armonía todos abandonan el edificio. Afuera ya es noche, la brisa placentera proveniente del río todavía está presente, y arrulla a la mole de cemento. Sus puertas se cierran, hoy, ya no sonreirá más.
sábado, 31 de octubre de 2009
La verdadera felicidad incomoda.
Parecer ser y parecer tener, son los elevadores mágicos hacia la felicidad. Todo aquello complejo y artificial, vale y vale mucho... La gente linda y normal es compleja y triunfadora.
Premisas culturales hegemónicas retuercen la pureza del ser y construyen egoísmo, individualismo, indiferencia, hipocresía, deslealtad, desamor… La prolijidad, los buenos modales y el buen gusto son disfraces perfectos para disimularlo todo. La meta es parecer ser: auténtico, feliz, con onda, comunicativo, y solvente.
Iluminemos nuestro interior sin esfuerzos, sin resignaciones, sin culpas, sin miedos, sin mentiras ni engaños y aparecerá el verdadero ser, ese que escondiste a las apuradas
por que llegaba la adolescencia y que luego, en la adultez, sin piedad censuraste para poder pertenecer al rebaño feliz, al rebaño del “ ¿Todo bien ?” .
Ser feliz es simple, y esa simpleza abruma.
No seas hipócrita y cobarde,
¡ Sé feliz !
Premisas culturales hegemónicas retuercen la pureza del ser y construyen egoísmo, individualismo, indiferencia, hipocresía, deslealtad, desamor… La prolijidad, los buenos modales y el buen gusto son disfraces perfectos para disimularlo todo. La meta es parecer ser: auténtico, feliz, con onda, comunicativo, y solvente.
Iluminemos nuestro interior sin esfuerzos, sin resignaciones, sin culpas, sin miedos, sin mentiras ni engaños y aparecerá el verdadero ser, ese que escondiste a las apuradas
por que llegaba la adolescencia y que luego, en la adultez, sin piedad censuraste para poder pertenecer al rebaño feliz, al rebaño del “ ¿Todo bien ?” .
Ser feliz es simple, y esa simpleza abruma.
No seas hipócrita y cobarde,
¡ Sé feliz !
miércoles, 28 de octubre de 2009
Una historia simple enaltecida por la simpleza de su representación
La simpleza del amor supera siempre a la complejidad del egoísmo y del odio que genera las guerras.
http://pelapapas.com.mx/htmls/animacion-arena-2.html
http://pelapapas.com.mx/htmls/animacion-arena-2.html
domingo, 27 de septiembre de 2009
Aprender a aprender...
Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano o encadenar un alma,
y uno aprende que el amor no significa recostarse,
y que una compañía no significa seguridad,
y uno empieza a aprender.
Que los besos no son contratos,
y los regalos no son promesas
y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Uno aprende a construir todo su camino en el hoy
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes,
y los futuros tienen una forma de caerse a la mitad.
Después de un tiempo uno aprende que “sí” es demasiado,
y hasta el calorcito del sol quema.
así que uno planta su propio jardín,
y decora su propia alma,
en lugar de esperar que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende...
y con cada adiós... uno aprende.
Autor Anónimo
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Meditaciones...René Descartes (1641)
"He advertido hace ya algún tiempo que, desde mi mas temprana edad, había admitido como verdaderas muchas opiniones falsas, y que lo edificado después sobre cimientos tan poco sólidos tenía que ser por fuerza muy dudoso e incierto".
Meditaciones...R. Descartes S. XVII
"Cogito ergo sum" - "Sería absurdo pensar que cuando vemos y sentimos en realidad no sabemos ni sentimos que estamos viendo y sintiendo: puedo pensar y dudar si el mundo existe o no pero está claro que cuando pienso eso, mi pensamiento ... efectivamente existe. Por tanto 'pienso (dudo) luego existo´".
sábado, 15 de agosto de 2009
AFA versus Torneos y Competencias Traiciones, negocios y demagogia oligárquica
La ruptura del contrato entre la AFA y Televisión Satelital Codificada TSC fue abordada por el diario Página 12 en una publicación del periodista Alfredo Zaiat titulada “Monopolio”.
Los argumentos económicos utilizados por el autor de la nota respecto de los efectos negativos de los monopolios sobre el bienestar de la sociedad, son irrefutables. La incorporación de fundamentos de la escuela neokeynesiana respecto a la intervención del Estado en la economía, para fomentar la eficiencia y la equidad, son aceptados por la mayoría de los especialistas de las ciencias sociales.
Pero advierto que esta publicación fue desarrollada solapadamente, con una intencionalidad de servilismo kirchnerista que me exaspera.
Analiza solamente uno de los muchos factores involucrados en la decisión del Poder Ejecutivo Nacional y que, sin duda, es el único factor que al ser examinado desemboca sin ningún reparo o condicionamiento, en una exaltación de la medida gubernamental.
Deja fuera de análisis: la evidente ineficiencia estatal en la administración de la cosa pública; el manejo cuasi mafioso que el poder, concentrado en un reducido grupo de personas, hace de todas las actividades de la sociedad; la creación de un nuevo nicho de corrupción estatal; la manipulación mediática a través de la demagogia y el doble discurso; el imperio del desvarío rencoroso del mandamás; la inobservancia de los procedimientos esenciales de una forma republicana de gobierno; etc., etc.
Con esta actitud se alimenta a la hipocresía colectiva, principio básico de nuestra degradación social, para que la nueva oligarquía argentina del siglo XXI se fortalezca a la sombra del gran paraguas de los derechos humanos y la distribución progresiva del ingreso.
Este periodista no se da cuenta que contribuye a un sistema perverso, casi tiránico, que fagocita impunemente la esperanza de los ciudadanos argentinos de alcanzar el bien común y que transforma ese aliento popular en una estúpida ilusión.
Los argumentos económicos utilizados por el autor de la nota respecto de los efectos negativos de los monopolios sobre el bienestar de la sociedad, son irrefutables. La incorporación de fundamentos de la escuela neokeynesiana respecto a la intervención del Estado en la economía, para fomentar la eficiencia y la equidad, son aceptados por la mayoría de los especialistas de las ciencias sociales.
Pero advierto que esta publicación fue desarrollada solapadamente, con una intencionalidad de servilismo kirchnerista que me exaspera.
Analiza solamente uno de los muchos factores involucrados en la decisión del Poder Ejecutivo Nacional y que, sin duda, es el único factor que al ser examinado desemboca sin ningún reparo o condicionamiento, en una exaltación de la medida gubernamental.
Deja fuera de análisis: la evidente ineficiencia estatal en la administración de la cosa pública; el manejo cuasi mafioso que el poder, concentrado en un reducido grupo de personas, hace de todas las actividades de la sociedad; la creación de un nuevo nicho de corrupción estatal; la manipulación mediática a través de la demagogia y el doble discurso; el imperio del desvarío rencoroso del mandamás; la inobservancia de los procedimientos esenciales de una forma republicana de gobierno; etc., etc.
Con esta actitud se alimenta a la hipocresía colectiva, principio básico de nuestra degradación social, para que la nueva oligarquía argentina del siglo XXI se fortalezca a la sombra del gran paraguas de los derechos humanos y la distribución progresiva del ingreso.
Este periodista no se da cuenta que contribuye a un sistema perverso, casi tiránico, que fagocita impunemente la esperanza de los ciudadanos argentinos de alcanzar el bien común y que transforma ese aliento popular en una estúpida ilusión.
sábado, 8 de agosto de 2009
Una perspectiva realista... ¿en qué nos estamos convirtiéndo?
Un cuento exelente de Jésica Crespo (tribuna de periodistas) donde nos acerca a la sociedad underground que nuestra hipocrecía colectiva construye rápido y sin pausa y que, inexorablemente, atrapará a cada uno de nosotros a su turno, cuando estemos en el shoping mas fashion de Buenos Aires probándonos la CARETA DE BUENA ONDA...
Gustavo Olivera - 08/08/09
EL LEVIATÁN ESTREMECEDOR RELATO DE ¿FICCIÓN?
por Jésica Crespo (Tribuna de Periodistas)
Al cuervo, otro sobreviviente mas
Una agencia de remises enfrente de la comisaría. Los choferes, sentados en la puerta, transpiran y se abanican con cartones. Uno de ellos, duerme dentro del auto. El sol pega fuerte esa tarde. La avenida llena de pozos. "¿Te acompaño?", le dice un remisero a la morocha imponente que cruza la calle. Los demás se la comen con la mirada... "Te chupo toda", le grita el más osado y se ríe como un estúpido. El uruguayo lo mira mal. No le gustan los maleducados. "No te desubiques", le indica. "Calláte, uruguayo puto, volvéte a tu país". Corta la bocha, dice en voz baja el uruguayo; lo mira fijo y le muestra el arma. "Italia y Campos", grita la enana, parada en un banquito, "¿a quien le toca?" "Yo", contesta el evangelista y la enana le pide que no predique porque después los pasajeros la llaman para quejarse.
Los colectivos se desvían porque la otra cuadra está cortada...
Familias desalojadas se lee en un cartel. En la esquina hay gomas apiladas y otras tantas desparramadas. Se ven dos carpas y un grupo de mujeres sentadas en unos banquitos, tomando mate. La calle es de los chicos y la aprovechan. Algunos juegan a la pelota y otros a las escondidas. En la vereda hay dos camas, una mesita de luz y una televisión encendida. El hincha, botella de cerveza en mano, me confiesa que guarda como tesoro un pedazo del tablón de la cancha de Chacarita. Fábricas... Talleres mecánicos...
"Son como conejas", dice una vecina, "lo único que saben hacer es tener hijos". "Y si", responde la otra, "son villeras, ¿qué querés?" Más fábricas. El chico se para frente a la camioneta y apunta. El conductor se agacha y acelera. Mala suerte, a veces funciona y es así de fácil robarse un auto o una camioneta. El miedo, cómplice, nos bendice. Saqueos. "Levantá la persiana, carajo, o te quemamos el boliche". Resignación. "Con la gente del barrio no te metás, boludo", Fantoche adoctrina a los pibes chorros. Códigos, de eso se trata. "¿Entendés, nene?". Es alto fantoche y dealer. La gallega le tiene miedo y cuando va para el almacén le da lo que pida. "Golosinas, galletitas, fideos, gaseosas, lleváte lo que quieras". De esa forma, la gallega se garantiza protección.
"Chupamelá", le grita Camerún mientras se agarra los genitales, al que le apunta con un láser. Le pegaron cuatro tiros en la espalda, una vez, pero no se murió. Sobrevive, Camerún. Igual que ese perro sin dueño que pasa por la carnicería todos los días. C arne cruda, come el perro. Al mudo se lo violaron entre cinco. La vieja cuenta que lo vio por la ventana de su casa. "Gemía, el mudo. Bah, hacía esos ruidos que hacen los mudos con la boca. Era como un aullido. Igual yo creo que le gustaba". "¿Y no llamaste a la policía?". "Para qué voy a llamar si no vienen cuando están robando, van a venir cuando se están violando a un mudo". Las señoras se ríen cínicamente mientras salen con los changuitos de la verdulería. "¿Sabés lo que pasa?, si vos le pegás un tiro a alguno de estos villeros de mierda, te tenés que ir. Si, te tenés que ir porque se te viene toda la villa y te queman la casa. Es así, no los podés bajar tan fácil".
Araña camina desconcertado hacia la esquina. Habla solo. La mirada perdida. Saca el arma y duda. Tiene quince o dieciseis años, es lo mismo. Abre la boca y se dispara. La gente se amontona alrededor del cuerpo. El padre del pibe es de la federal. Si, y la hermana es una loca. Si loca y trola. Y cómo iba a terminar el pobre chico con la familia que tiene. No pero este andaba en la droga, se mató por eso. No tenía opción, o se mataba o lo mataban. Noche.
Noche sin luna y sin estrellas. Sonido de tambores. Animales sacrificados por seres humanos. Gente que entra y sale de una casa. Hay que descalzarse para ingresar. Un hombre con una túnica blanca es el anfitrión. Gritan, cantan, se lamentan. Algo inexplicable sucede allí dentro. Otro hombre con una capa negra. Las mujeres poseídas se desnudan. Los hombres las rodean. Algunas mujeres lloran y otras se quejan. Interminable, el festival negro. Amanece y hay bandejas llenas de maíz, lápices labiales, cabezas de gallinas y otras cosas que no se sabe ni que son. Nadie se anima a tocar esas bandejas que están dispuestas en la calle.
Y ahí están otra vez, esos hermanos, yendo y viniendo en esas camionetas. E l padre le pega a la madre. La madre se defiende como puede. Los hermanos se insultan pero también se besan y se tocan. El más chico es experto en desactivar las alarmas de los autos. Es delgado y sabe escaparse. Nunca lo atrapan. Sin embargo, no pudo huir de la muerte ese día. Ese día nublado en esa terraza. Los dos hermanos que se pelean. Un tiro. Suicidio fue la versión oficial. "¿Otro suicidio más?", murmuran los vecinos. "¿Otro pendejo que se mata?". Así tan simple. No vale nada la vida, che. Golpea, la muerte. Pero sólo por un momento, después todo vuelve a ser igual.
Gente que va y viene. Operarios sentados en las puertas de las fábricas. Chicos que no saben qué hacer ni adónde ir. Por momentos, la voz cansada del Pity Alvarez desde una casa baja. Y el cuervo se ríe y me pregunta qué es lo que pretendo. Si pretendo escuchar blues o jazz. Además, agrega, la cumbia colombiana es un hecho artístico. Un crítico, el cuervo.
Por la mañana pasan los chicos por la calle vendiendo desodorante líquido para limpiar los pisos. El líder del grupo de vendedores tiene siete u ocho años, es lo mismo. La señora de la casa del pino admite que siempre les compra desodorante líquido para que cuando sean grandes no le roben. Merca exigen los pibes para que los lleven a votar. Antes nos salían más baratos, reflexiona el puntero. Micros escolares que van y vienen, cargados de gente. Las elecciones siempre son una fiesta. Cerveza, vino, plata y merca. Cajas de comida, también, al menos para que las madres alimenten a sus hijos por un mes. "Esto antes era el polo de la industria textil", cuenta el viejo sentado en el sillón. Después con el tiempo fueron cerrando las textiles y ahora esto es lo que queda. Pero antes éramos todos muchachos trabajadores. No había delincuencia. "Igual te digo una cosa, yo no fui a la plaza ese día. Todos te van a decir que fueron porque queda bien decir que uno estuvo ahí. Un momento histórico inolvidable y es como si uno hubiera estado. Y si yo digo que estuve, todos me creen". El viejo cierra los ojos y se ve en el fondo de su casa, enterrando armas, hace un pozo y guarda las armas envueltas en una tela gris. A cierta edad los recuerdos se arrastran y aparecen, insólitamente, cuando uno menos lo espera. Una brisa acaricia la cara del viejo y se lo lleva.
A mi me dan ganas de fumar en la terraza...
Gustavo Olivera - 08/08/09
EL LEVIATÁN ESTREMECEDOR RELATO DE ¿FICCIÓN?
por Jésica Crespo (Tribuna de Periodistas)
Al cuervo, otro sobreviviente mas
Una agencia de remises enfrente de la comisaría. Los choferes, sentados en la puerta, transpiran y se abanican con cartones. Uno de ellos, duerme dentro del auto. El sol pega fuerte esa tarde. La avenida llena de pozos. "¿Te acompaño?", le dice un remisero a la morocha imponente que cruza la calle. Los demás se la comen con la mirada... "Te chupo toda", le grita el más osado y se ríe como un estúpido. El uruguayo lo mira mal. No le gustan los maleducados. "No te desubiques", le indica. "Calláte, uruguayo puto, volvéte a tu país". Corta la bocha, dice en voz baja el uruguayo; lo mira fijo y le muestra el arma. "Italia y Campos", grita la enana, parada en un banquito, "¿a quien le toca?" "Yo", contesta el evangelista y la enana le pide que no predique porque después los pasajeros la llaman para quejarse.
Los colectivos se desvían porque la otra cuadra está cortada...
Familias desalojadas se lee en un cartel. En la esquina hay gomas apiladas y otras tantas desparramadas. Se ven dos carpas y un grupo de mujeres sentadas en unos banquitos, tomando mate. La calle es de los chicos y la aprovechan. Algunos juegan a la pelota y otros a las escondidas. En la vereda hay dos camas, una mesita de luz y una televisión encendida. El hincha, botella de cerveza en mano, me confiesa que guarda como tesoro un pedazo del tablón de la cancha de Chacarita. Fábricas... Talleres mecánicos...
"Son como conejas", dice una vecina, "lo único que saben hacer es tener hijos". "Y si", responde la otra, "son villeras, ¿qué querés?" Más fábricas. El chico se para frente a la camioneta y apunta. El conductor se agacha y acelera. Mala suerte, a veces funciona y es así de fácil robarse un auto o una camioneta. El miedo, cómplice, nos bendice. Saqueos. "Levantá la persiana, carajo, o te quemamos el boliche". Resignación. "Con la gente del barrio no te metás, boludo", Fantoche adoctrina a los pibes chorros. Códigos, de eso se trata. "¿Entendés, nene?". Es alto fantoche y dealer. La gallega le tiene miedo y cuando va para el almacén le da lo que pida. "Golosinas, galletitas, fideos, gaseosas, lleváte lo que quieras". De esa forma, la gallega se garantiza protección.
"Chupamelá", le grita Camerún mientras se agarra los genitales, al que le apunta con un láser. Le pegaron cuatro tiros en la espalda, una vez, pero no se murió. Sobrevive, Camerún. Igual que ese perro sin dueño que pasa por la carnicería todos los días. C arne cruda, come el perro. Al mudo se lo violaron entre cinco. La vieja cuenta que lo vio por la ventana de su casa. "Gemía, el mudo. Bah, hacía esos ruidos que hacen los mudos con la boca. Era como un aullido. Igual yo creo que le gustaba". "¿Y no llamaste a la policía?". "Para qué voy a llamar si no vienen cuando están robando, van a venir cuando se están violando a un mudo". Las señoras se ríen cínicamente mientras salen con los changuitos de la verdulería. "¿Sabés lo que pasa?, si vos le pegás un tiro a alguno de estos villeros de mierda, te tenés que ir. Si, te tenés que ir porque se te viene toda la villa y te queman la casa. Es así, no los podés bajar tan fácil".
Araña camina desconcertado hacia la esquina. Habla solo. La mirada perdida. Saca el arma y duda. Tiene quince o dieciseis años, es lo mismo. Abre la boca y se dispara. La gente se amontona alrededor del cuerpo. El padre del pibe es de la federal. Si, y la hermana es una loca. Si loca y trola. Y cómo iba a terminar el pobre chico con la familia que tiene. No pero este andaba en la droga, se mató por eso. No tenía opción, o se mataba o lo mataban. Noche.
Noche sin luna y sin estrellas. Sonido de tambores. Animales sacrificados por seres humanos. Gente que entra y sale de una casa. Hay que descalzarse para ingresar. Un hombre con una túnica blanca es el anfitrión. Gritan, cantan, se lamentan. Algo inexplicable sucede allí dentro. Otro hombre con una capa negra. Las mujeres poseídas se desnudan. Los hombres las rodean. Algunas mujeres lloran y otras se quejan. Interminable, el festival negro. Amanece y hay bandejas llenas de maíz, lápices labiales, cabezas de gallinas y otras cosas que no se sabe ni que son. Nadie se anima a tocar esas bandejas que están dispuestas en la calle.
Y ahí están otra vez, esos hermanos, yendo y viniendo en esas camionetas. E l padre le pega a la madre. La madre se defiende como puede. Los hermanos se insultan pero también se besan y se tocan. El más chico es experto en desactivar las alarmas de los autos. Es delgado y sabe escaparse. Nunca lo atrapan. Sin embargo, no pudo huir de la muerte ese día. Ese día nublado en esa terraza. Los dos hermanos que se pelean. Un tiro. Suicidio fue la versión oficial. "¿Otro suicidio más?", murmuran los vecinos. "¿Otro pendejo que se mata?". Así tan simple. No vale nada la vida, che. Golpea, la muerte. Pero sólo por un momento, después todo vuelve a ser igual.
Gente que va y viene. Operarios sentados en las puertas de las fábricas. Chicos que no saben qué hacer ni adónde ir. Por momentos, la voz cansada del Pity Alvarez desde una casa baja. Y el cuervo se ríe y me pregunta qué es lo que pretendo. Si pretendo escuchar blues o jazz. Además, agrega, la cumbia colombiana es un hecho artístico. Un crítico, el cuervo.
Por la mañana pasan los chicos por la calle vendiendo desodorante líquido para limpiar los pisos. El líder del grupo de vendedores tiene siete u ocho años, es lo mismo. La señora de la casa del pino admite que siempre les compra desodorante líquido para que cuando sean grandes no le roben. Merca exigen los pibes para que los lleven a votar. Antes nos salían más baratos, reflexiona el puntero. Micros escolares que van y vienen, cargados de gente. Las elecciones siempre son una fiesta. Cerveza, vino, plata y merca. Cajas de comida, también, al menos para que las madres alimenten a sus hijos por un mes. "Esto antes era el polo de la industria textil", cuenta el viejo sentado en el sillón. Después con el tiempo fueron cerrando las textiles y ahora esto es lo que queda. Pero antes éramos todos muchachos trabajadores. No había delincuencia. "Igual te digo una cosa, yo no fui a la plaza ese día. Todos te van a decir que fueron porque queda bien decir que uno estuvo ahí. Un momento histórico inolvidable y es como si uno hubiera estado. Y si yo digo que estuve, todos me creen". El viejo cierra los ojos y se ve en el fondo de su casa, enterrando armas, hace un pozo y guarda las armas envueltas en una tela gris. A cierta edad los recuerdos se arrastran y aparecen, insólitamente, cuando uno menos lo espera. Una brisa acaricia la cara del viejo y se lo lleva.
A mi me dan ganas de fumar en la terraza...
lunes, 6 de julio de 2009
En Buenos Aires lo nombramos por Tango Griego de Xapis pero en realidad es:
TANGO TIS NEFELIS
La única relación que pude establecer entre el título "Tango To Evora" de la compositora canadiense Loreena Mackennitt y su música (celta y new age) es que "Evora" es un pueblo de Portugal, en este país el fado es la música tradicional y las cuerdas son sus principales instrumentos.
Ella pretendió, y logró, componer un tema nostálgico, melancólico, triste, al cual incorporó su estilo. Lo tituló tango... seguramente por que al fado se lo relaciona con éste género y además es mucho mas reconocido internacionalmente, pero para que no queden dudas de los orígenes de su inspiración le incorporó "a Évora".
Haris Alexiou (en griego Χάρις Αλεξίου) nombre artístico de Hariklia Roupaka que nació en 27/Diciembre en Tebas, Grecia, tomo esta hermosa melodía y le incorporó letra y la cantó bajo el título de "Tango Tis Nefelis". De aquí seguramente viene la confusión de llamarlo en Buenos Aires, "Tango Griego por Xapis"aclarado esto te paso el link para que lo veas.
http://www.youtube.com/watch?v=lF3zt_Gj3uk
TANGO TIS NEFELIS
La única relación que pude establecer entre el título "Tango To Evora" de la compositora canadiense Loreena Mackennitt y su música (celta y new age) es que "Evora" es un pueblo de Portugal, en este país el fado es la música tradicional y las cuerdas son sus principales instrumentos.
Ella pretendió, y logró, componer un tema nostálgico, melancólico, triste, al cual incorporó su estilo. Lo tituló tango... seguramente por que al fado se lo relaciona con éste género y además es mucho mas reconocido internacionalmente, pero para que no queden dudas de los orígenes de su inspiración le incorporó "a Évora".
Haris Alexiou (en griego Χάρις Αλεξίου) nombre artístico de Hariklia Roupaka que nació en 27/Diciembre en Tebas, Grecia, tomo esta hermosa melodía y le incorporó letra y la cantó bajo el título de "Tango Tis Nefelis". De aquí seguramente viene la confusión de llamarlo en Buenos Aires, "Tango Griego por Xapis"aclarado esto te paso el link para que lo veas.
http://www.youtube.com/watch?v=lF3zt_Gj3uk
jueves, 2 de abril de 2009
Un Hito la Muerte del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín
Configuré este blog horas antes del establecimiento de un hito en la historia argentina, la muerte del ex Presidente Alfonsín - ¿casualidad ? tal vez...
Busco construir un espacio donde exponer mi visión y las de quienes deseen publicar sus pensamientos respecto de nuestra Argentina, tanto en el ámbito político, como social y cultural, entendiendo que necesitamos construir ideas simples para dar respuesta a problemáticas complejas generadas por la degradación de valores que son fundamentales para nuestra vida en sociedad.
"La política no es solamente conflicto, también es construcción", afirmaba el ex Presidente Raúl Alfonsín. Y la gran pregunta es:
¿Cómo construir en un modelo, tan autoritario y corrupto, sin entrar en conflicto?
Que Dios lo tenga a su lado, Don Raúl...
Foto Archivo |
Asistimos inmóviles frente a actitudes muy lejanas a la verdad, la honestidad, la responsabilidad y la solidaridad por parte de quienes tienen el poder legitimado para protegernos. Y es esa inmovilidad 'hipócrita', y hasta 'cínica', lo que pretendo cambiar en mí. Si puedo extenderlo al resto habré logrado un primer objetivo...
Empiezo a cumplir con mi propósito en momentos de conmoción política causada por la exposición pública privilegiada del Vicepresidente Julio Cleto Cobos y del centenario partido Radical en el día de conmemoración de la gesta de Malvinas y de un nuevo aniversario del fallecimiento de Juan Pablo II. Y la pelea del gobierno del 'matrimonio' Kirchner y sus secuaces aplaudidores contra todos y todas... Y sólo por una caja fuerte y algunos ¿pocos? millones de Euros y Dólares.
Uso el término de conmoción política vislumbrando la postura que tomará la clase dirigente argentina después de haber vivido un acontecimiento institucional masivo y popular donde el matrimonio presidencial ha estado totalmente ausente.
Foto Archivo |
Hoy, 2 de Abril de 2009 resulta inimaginable ver al presidente del partido justicialista acompañando junto a Cobos (a cargo de la presidencia) y a Alfonsín (hijo) los restos del estadista fallecido.
Eso, es lo que tendría que haber sucedido realmente, hoy, en nuestra Argentina.
"La política no es solamente conflicto, también es construcción", afirmaba el ex Presidente Raúl Alfonsín. Y la gran pregunta es:
¿Cómo construir en un modelo, tan autoritario y corrupto, sin entrar en conflicto?
Que Dios lo tenga a su lado, Don Raúl...
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