lunes, 21 de mayo de 2012

Subiendo el Champaquí.


Este editorial lo escribió el 8 de mayo pasado Laura Olivero de la Organización "Mundo El Hornero".  Decidí publicarla en mi blog por que de manera simple y sintética transmite un mensaje muy profundo.  Descubrilo.


Imágen:  http://mundoelhornero.com.ar/?page_id=81
Quería compartir con ustedes una hermosa experiencia que viví hace unos días. Subí el cerro Champaquí, no es la cúspide más anhelada, y para colmo me tocó hacerla justo en la semana en que Facundo Arana intentaba hacer el Everest, pero bueno, modestamente, fue, para mi, no una enseñanza, sino un doctorado para la vida.

El desafío era subir un cerro de 2.790 metros sobre el nive del mar, caminar alrededor de 8/9 horas por día, durante tres días, en total se recorre una distancia de 45 km. Pero en medio de un cerro, ¿se entiende?, la dificultad es mayor.

Entonces, una vez superado el cansancio físico, no sé porque pasa, pero pasa, en un momento, seguís cansado, pero seguís caminando, ahí es cuando uno empieza a conectarse con lo que para mí, es lo maravilloso de esta experiencia.

Uno empieza a ver lo que hay alrededor, en primer lugar al otro, al que está al lado, nos apoyamos unos a otros, nos cuidamos, nos damos ánimo para seguir, algunos se tropiezan, pero como bien dice un dicho de Oliver Goldsmith, colgado en un cuadrito del rancho de montaña donde pasamos la noche, “Nuestra mayor gloria, no está en no haber caído nunca, sino en levantarnos cada vez.”

El grupo por momentos se separa, pero hay un guía, que sin más, nos marca el tiempo de reagruparnos. También, como buen guía, determina los momentos de descanso, nos advierte el peligro, y lo más importante, nos señala un camino. Además uno empieza a ver la naturaleza, bella, y compara inevitablemente la inmensidad del universo y la pequeñez del hombre.

¿Se entiende el aprendizaje del que hablo?, todo eso… es la vida misma. Pero como si esta lección no fuese suficiente, a unos escasos metros de la cumbre, para ser más exacta a 30 metros, la gran cantidad de nieve en ese tramo final, a la tan esperada cima, nos impidió que llegáramos… Nada mejor para hacernos ver, que lo importante no está en el destino, sino en el camino recorrido, y que muchas veces, no depende solo de nosotros, ni de nuestro esfuerzo.

Quería contarles esto, porque realmente lo disfruté muchísimo. Ojalá nos animemos a encarar nuestras cumbres, enfrentarlas, empezar a subirlas, pasito a pasito, sin olvidar que en el camino encontraremos las respuestas, el disfrute, algo/alguien actuará de guía, el aprendizaje no está en llegar, si no en recorrer el camino.

¡Gracias! A mi profe Diego Berardi quien organizó el viaje desde Irlanda running, a todo el Team, a Alto Rumbo la empresa que nos guío en este doctorado de la vida, a mi hijo Fran y mi hermana Mati, mis mejores compañeros de clase. Y a mi esposo, Ramiro que me hizo el aguante para que pueda hacerlo, a todos ellos les dedico este tema de U2, “I still haven’t found what i’m looking for”


Nota GEO :  No conozco a Laura Olivero y, tampoco, a "Mundo El Hornero"   Pero, me gustaría estar siempre muy cerca de gente que reflexiones de esta manera.

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