domingo, 1 de abril de 2012

Un poema por Malvinas: "Qué raro: sin temor voy a la muerte..."


Foto:  www.unmundoperfecto - Ezequiel Fernández Moores


Foto: Archivo @INFO_GEO
Un viernes 26 de marzo de 1982 me daban de baja como conscripto clase 1962 de la Fuerza Aérea Argentina. Había cumplido mi servicio militar en el Estado Mayor Conjunto de las FF. AA. (Hoy edificio del Ministerio de Educación porteño). No conozco a ningún camarada del distrito Buenos Aires, como lo era yo, que en aquel momento haya sido enviado para luchar a Malvinas.  Que la Fuerza Aérea me haya "largado" a la civilidad una semana antes de invadir las islas, siendo un soldado instruído durante más de un año de servicio militar, es una vergüenza que llevo sobre mis hombros y que se acrecienta cuando recuerdo que durante la guerra los cuatro o cinco boliches de moda de la Capital Federal y la zona oeste y norte del gran Buenos Aires, que yo frecuentaba con mi grupo de amigos, estaban llenos de jóvenes que bailábamos y nos divertíamos como si nada ocurriera, y en el mismo momento en que muchos de los chicos que vemos en esta foto seguramente sufrían en una trinchera o se habían muerto de frío o de hambre...  Todavía no había cumplido 20 años y fue la primera vez que me cruce, sin saberlo, con "Hipocrecía Colectiva", hermana de "Demagogia" y  madre de "Desigualdad", y nadie tenía interés, ni la grandeza de advertirmelo. Muchos argentinos influyentes bailaban como monos al compás del poder.

Foto:  www.unmundoperfecto - Ezequiel Fernández Moore
Unos cuantos vivos habían creado "una causa nacional" que involucraba a millones de argentinos detrás de lo que parecía una final de fútbol y el éxito mayor de ese acto cuasi-criminal era que ninguno de nosotros nos preguntábamos cómo habíamos llegado hasta ahí.  Al respecto escribió Ezequiel fernández Moore en su blog "Un mundo perfecto":
 
"Recuerdo haber escrito en el avión, en una vieja máquina Olivetti Lettera, sobre la extraña sensación de viajar a cubrir un Mundial con el país en guerra.   El artículo jamás fue publicado.  La selección campeona del 78, más Diego Maradona, Ramón Díaz y Jorge Valdano, partió creyendo que retendría el título. Y que la Argentina iba ganando la guerra.  Lo decían José Gómez Fuentes por ATC, las tapas de Gente, Nicolás Kasanzew, desde las islas, y los partes militares que, bajo censura previa, reproducían fielmente los diarios. "¡Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla!",  había gritado desde los balcones de la Casa Rosada el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri, aclamado por la multitud. 
La AFA llamó al torneo Metropolitano 82 Soberanía Argentina en las Islas Malvinas.  En los estadios se quemaban banderas inglesas al ritmo de:
Foto:  mdzol.com



 ¡El que no salta es un inglés! 

 (Mientras tanto) En su pozo de combate, hambriento y muerto de frío, el soldado Edgardo Esteban, que un año antes había ido al concierto de Queen en Vélez y vio a Diego Maradona compartiendo escenario con Freddy Mercury, quiso escuchar el debut de la Argentina en España 82.  -Debutan los campeones. Hoy es un día histórico-, dijo el (Gordo) Muñoz por Rivadavia. -Nosotros nos estábamos matando en las Malvinas, y él decía que era un día histórico para la Nación-, pensó el colimba Rodolfo Carrizo.  Una onda expansiva hizo volar metro y medio al soldado Esteban.   Marcelo Rosasco escuchó el gol de Bélgica en pleno combate cuerpo a cuerpo, en Monte Longdon.
Foto guillermoorsi.com

 El 14, Esteban y otros soldados, hartos de sus oficiales, comieron gallinas robadas y jugaron un picado, con los cascos de postes, una escena reflejada en el film Iluminados por el fuego.  Para el partido siguiente, triunfo 4-1 ante Hungría, los soldados argentinos ya eran prisioneros en el buque británico Canberra.  Se excitaron tanto cuando por el altavoz se informó el resultado del partido, y se lo anotó en una pizarra, que los británicos apuntaron con sus armas creyendo que era una sublevación.  Las Malvinas eran otra vez las Falkland.  La guerra mató a 746 soldados argentinos y 255 británicos, sin contar los cientos de suicidios posteriores.  La dictadura, esta vez sin triunfo mundialista, cayó al año siguiente.  Margaret Thatcher ganó cuatro años más. El soldado Esteban siempre recuerda que, a su vuelta a Morón, sólo lo esperaron su madre y un perro que ladraba."

Han pasado 30 años, "Hipocrecía Colectiva", "Demagogia" y "Desigualdad", no sólo han parido hijos que no nos permiten construir una forma de vida racional y virtuosa, sino que continúan sus lujuriosos juegos con el poder de turno. La "causa" Malvinas está siendo agitada como si en verdad existiese alguna oportunidad de recuperar ese rico espacio geográfico en el "fin del mundo" y de "argentinizar" a sus pobladores, que desde 1833 se establecieron en el archipiélago y no se cansan de afirmar que se sienten orgullos de ser británicos, a la vez que aseguran (el 61%) que están dispuestos a defender a cualquier precio su pertenencia a la corona británica...
Bandera de las Falkland Island

clickear en "Bande....." para ir a la nota  de "The Globle and Mail"


Mi homenaje a todos los caídos en Malvinas, uno podría haber sido yo, si los cobardes que nos gobernaban no hubieran hecho distinciones entre los chicos menos visibles del país y los que vivíamos en la "Gran Ciudad".  Y lo hago reproduciendo una carta y un poema:

Foto Taringa.net
Carta del soldado Jose Luis Hierro, para su familia

Queridos papá, mamá, Juani y Juanjo:

Perdonen que hace 8 días que no les mandaba nada, pero aquí nos dijeron que no sale ni entra nada. Yo igual voy a intentar mandar una. Sí, me llegó telegrama del 24 de ustedes y de Cristina y también me llegó ayer uno del 29 pero no se entiende nada, no está firmado pero pienso es de ustedes. La última carta de ustedes de Mar del Plata es del 11/04 y después nada más. Mi última carta es la que les mandé desde el hospital el 29/04 o el 30/04.
Me imagino lo preocupados que ustedes estarán por las últimas noticias. Es cierto que los ingleses están muy cerca, pero a mi puesto de combate les juro no me ha venido ninguno a “visitar” y espero no lo hagan.
Hay que seguir rezando y pidiendo a la Virgen para que esto se arregle en “paz” y se acabe ya. Cada vez tenemos más ganas de volver cada uno a su casa sea como sea, ganando o perdiendo, pero volver y pronto. Al final se nos quedó en el tintero el viaje, pobre papá, tanto juntar y organizar y yo le tiré abajo todo, aunque deslindo responsabilidades en el loco de nuestro presidente y su desvelo de grandeza.
Acá todos, pero todos, lo agarraríamos del fundillo de los pantalones y lo pondríamos como nosotros 55 días; en estos pozos. Y yo con él a todos esos patriotas de ciudad que por lo que ustedes dicen allá está minado. Acabé el discurso. Ja. Ja.
Espero yo llegar de esto, antes que la carta, así no los preocupo más con esto, pero es hora que sepan lo que pensamos nosotros de Malvinas.
Bueno nada más, besos y abrazos para los cuatro, siempre, siempre los tengo en mis pensamientos.
Los quiero mucho.
Chau, José Luis

Foto diaadia.com.ar
Este poema se encontró en la chaqueta del soldado Marcelo Daniel Massad, fallecido en Malvinas
 
Escucha Dios:
Yo nunca hablé contigo, Hoy quiero saludarte: ¿Cómo estás? ¿Tú sabes? Me decían que no existes, y yo, tonto, creí que era verdad.
Anoche vi tu cielo. Me encontraba oculto en un hoyo de granada...
¡Quién iría a creer que para verte bastara con tenderse uno de espaldas!
No sé si aún querrás darme la mano; al menos, creo que me entiendes.
Es raro que no te haya encontrado antes, Si no en un infierno como éste.
Pues bien... Yo todo lo he dicho. Aunque la ofensiva nos espera para muy pronto,
Dios no tengo miedo desde que descubrí que estabas cerca.
La señal! Bien Dios, ya debo irme. Olvidaba decirte... que te quiero.
El choque será horrible... en esta noche ¡Quién sabe! tal vez llame a tu cielo.
Comprendo que no he sido amigo tuyo. Pero ¿me esperarás si hasta ti llego?
¡Cómo! ¡Mira Dios: estoy llorando! tarde te descubrí ¡Cuanto lo siento!
(Qué raro: sin temor voy a la muerte...) Dispensa, debo irme ¡Buena Suerte!

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"Los hombres y las mujeres a veces descubren que es difícil encontrar a la pareja deseable para el matrimonio. Puede ser cierto. Pero hay otro componente en la situación:  no es suficiente encontrar a la persona adecuada, Nosotros debemos ser la persona adecuada."
H Jackson Brown






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